Problemas que surgieron al criar las tortuguitas

Problemas que surgieron al criar las tortuguitas

No es fácil mantener vivas y sanas a las tortugas marinas. Dado que la escuela se situaba cerca del océano, los alumnos disponían de abundante agua de mar. No obstante, todos los días se enfrentaban a muchos problemas, en una escuela que no tenía ni el presupuesto ni los conocimientos necesarios para cuidar de las tortugas marinas. Sin embargo, la lucha de los alumnos inspiró a muchos adultos, sobre todo a los que trabajaban en la oficina municipal.

Búsqueda del alimento correcto
Uno de los primeros obstáculos fue buscar el alimento correcto. Cuando había sol, los alumnos podían ir al puerto y recoger el pescado que los pescadores no podían vender en el mercado. No obstante, los días en los que no sobraba pescado, recogían donaciones para comprarlo o llevaban pescado seco de sus casas. Tenían que rehidratar y eliminar la sal del pescado seco antes de dárselo a las tortugas.

Lucha contra el frío
Para que las tortugas sobrevivieran al invierno, el agua de mar debía mantenerse caliente, por encima de los 15 °C (59 °F). Al principio, los alumnos mantenían a las tortugas en una gran tina de madera. Esta tina estaba dentro de una caja, que también era de madera, rellena de virutas de madera y paja para aislarlas. Crearon un calentador. Para ello, colocaron una bombilla incandescente como fuente de calor en una lata metálica e hicieron flotar la lata en el agua. También cubrieron la caja con sábanas. Según la temperatura exterior, usaban bombillas de diferentes vatios y adaptaban la cantidad de sábanas para mantener la temperatura correcta. Como medida de precaución contra incendios, la caja se guardaba en un cobertizo fuera de la escuela.

Crecimiento de las tortugas marinas
Tras sobrevivir el primer invierno, las tortugas marinas siguieron creciendo bajo el diligente cuidado de los alumnos. La tina en la que vivían era demasiado pequeña para albergar a las tortugas en constante crecimiento, por lo que se las trasladó a un tanque vivo de un barco pesquero que tenía aproximadamente 1.5 m2 (16 ft2). ¡Pero las tortugas seguían creciendo! Al tercer año, las tortugas medían unos 50 cm (20 in) de largo, así que la ciudad construyó un estanque cubierto y climatizado para estos animales. Con el apoyo de los residentes locales y los funcionarios municipales, los alumnos pudieron seguir cuidando de las tortugas. Mientras tanto, empezaron a difundirse noticias sobre la investigación de tortugas marinas que se estaba llevando a cabo en la escuela secundaria de Hiwasa.

Pelea entre las tortugas
En general, las tortugas bobas son solitarias por naturaleza. Cuando se agregaban más tortugas al estanque, a veces se peleaban. Con frecuencia, las peleas eran tan intensas que los alumnos no podían hacer nada más que mirar y desinfectar después las heridas de los mordiscos. Una noche de verano, una de las tortugas más grandes recibió un mordisco, y, aunque no sufrió heridas graves, se dañó la parte trasera izquierda del espaldar. Esta tortuga llamada Hamataro se encuentra en nuestro acuario.