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Se cree que, desde Hiwasa, la gran corriente cálida de Kuroshio arrastra a muchas crías hasta lugares distantes del océano Pacífico Norte. Mientras navegan a la deriva por la superficie del mar, siguen creciendo. No obstante, como están dispersas por una zona tan vasta, es difícil seguirlas y comprender con precisión sus características ecológicas.

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Dispersión por la corriente de Kuroshio y la vida en el mar
Las zonas de anidación de las tortugas bobas en Japón se extienden por la corriente de Kuroshio, por lo que las crías pueden sortear con facilidad la corriente una vez que llegan a mar abierto. Desde la corriente de Kuroshio, toman la corriente del océano Pacífico Norte y se dirigen hacia el lado oriental de dicho océano, a miles de kilómetros de la playa donde nacieron.
Las tortugas jóvenes no pueden nadar en las profundidades del océano, por lo que se cree que se alimentan de organismos que flotan cerca de la superficie mientras navegan a la deriva.

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Crías de tortugas
Según observaciones de ejemplares en cautiverio, cuando las crías de tortugas crecen unos 30 cm (12 in), comienzan a bucear de manera activa en busca de comida y a descansar en el fondo del acuario.
Las tortugas marinas en cautiverio pueden alcanzar este tamaño en dos años, siempre y cuando la alimentación y el entorno sean los adecuados. No obstante, las tortugas salvajes del océano Pacífico Norte se enfrentan a temperaturas más frías y mayores dificultades para obtener alimento, por lo que solo crecen hasta la mitad de este tamaño.

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未完成