Vida de una tortuga marina 4~6 Migración, retorno y ciclo de vida_
①
Intento de comprender el comportamiento de anidación (elección del lugar)
②
Baja tasa de retorno y destinos de las hembras ponedoras
Las tortugas hembra suelen visitar la misma playa varias veces para poner huevos. Sin embargo, por desgracia, las tortugas que acuden a la playa de Ohama rara vez vuelven, ni durante la actual temporada de puesta de huevos ni en la siguiente. Desde 2011 y durante tres años, se colocaron marcas por satélite en los espaldares de ocho tortugas hembra que llegaron a la costa de la playa de Ohama y se siguieron sus movimientos. De ellas, seis siguieron poniendo huevos en otras zonas alejadas de la costa de Ohama. Esto lleva a la conclusión de que las tortugas optan por no volver a la playa de Ohama.
③
Motivos por los que no regresan
Una condición esencial para el lugar de anidación de las tortugas marinas es un entorno oscuro y tranquilo. Si bien la ciudad de Hiwasa está cerca de la playa, los pinares y árboles que rodean el santuario sintoísta local habían tapado la luz de la ciudad. Con el tiempo, los pinares se fueron extinguiendo poco a poco y la luz de la ciudad se hizo cada vez más difícil de bloquear. Además, la construcción de edificios y carreteras comprometió la tranquilidad de la playa. Para hacer frente a la disminución de la cantidad de nidos de tortuga en la década de 1970, la ciudad adoptó medidas, como la restricción del tráfico y la limitación de la luz cerca de la playa. Estas medidas no surtieron efecto. Asimismo, con el cambio de siglo, las luces de la ciudad comenzaron a brillar aún más.
④
Recuperación de la oscura y tranquila playa de Ohama
Para mejorar la tasa de retorno de las tortugas ponedoras a la playa de Ohama, en 2013 se invitó a Hiwasa al Dr. Blair E. Witherington, líder del control de la contaminación lumínica de Florida (EE. UU.), para que estudiara el problema de las luces alrededor de la playa de Ohama y encontrara soluciones a fin de reducir la cantidad de luz que ingresaba a la playa. En primer lugar, se redujo la cantidad de luces. En el caso de las farolas que no se podían apagar, en 2015 se estableció una colaboración entre la prefectura de Tokushima y empresas locales para fabricar luces LED de colores que tienen menos impacto en las tortugas marinas. Además, se buscó la cooperación con los lugareños y las grandes instalaciones para reducir y bloquear la luz que ingresa a la playa. Si bien aún queda mucho por hacer, las actividades comunitarias para animar a las tortugas a regresar a la playa de Ohama siguen su curso.