Observar los sitios de anidamiento, parte 1 (monitorear el acercamiento a la costa y el desove)

Las tortugas marinas por lo general viven solitarias en la vastedad del mar. La mejor oportunidad de observarlas y estudiarlas es cuando se reúnen en un mismo lugar para acercarse a la costa y poner sus huevos durante la temporada de desove. Contar sus huellas en la arena es un indicio confiable de los cambios en los números de la población. Estos datos pueden usarse para considerar necesidades futuras, así como para determinar la efectividad de las medidas de protección.

Observar las huellas de las tortugas
Mediante la observación cuidadosa y con algo de conocimiento y experiencia, es posible determinar si una tortuga ha desovado por el patrón de las huellas que deja en la arena. En Florida, EE. UU., las personas estudian la trayectoria de las huellas en buggies. Puesto que el viento, la lluvia y las olas borran rápidamente las huellas, es mejor hacer las mediciones rápidamente al amanecer. La observación en la noche puede perturbar a las hembras, y el rastreo de las huellas se puede hacer después de que las tortugas han regresado al mar.

Rondas nocturnas
Durante las rondas nocturnas, los observadores buscan a las tortugas hembras y esperan confirmar directamente si están desovando o no. Los observadores pueden revisar a las tortugas marcadas, medirles la longitud del caparazón, colocarles transmisores o registradores de datos o realizar otras tareas. Sin embargo, si las tortugas no vienen habitualmente a una playa en particular, puede que las rondas nocturnas no sean efectivas. Es difícil que una sola persona haga las rondas nocturnas, así que la colaboración de muchas personas que entienden y aprecian el valor de estas actividades es esencial.