Observar los sitios de anidamiento, parte 2 (monitorear la eclosión y las tasas de salida del nido)

Observar los sitios de anidamiento, parte 2 (monitorear la eclosión y las tasas de salida del nido)
Algunos huevos no eclosionan, y algunas crías mueren antes de dejar el nido o de llegar al mar. La probabilidad de que una cría de tortuga deje el nido y llegue al mar varía considerablemente entre las nidadas. Para entender bien las tasas de supervivencia de las tortugas, es importante estudiar las tasas de eclosión y la cantidad de tortugas que llegan a salvo al mar. La playa también es donde las tortugas marinas se ven más afectadas por la actividad humana. Cuando las tasas de eclosión o la cantidad de crías que llegan a salvo al mar son bajas, estos estudios ayudan a determinar la causa y las medidas correctivas adecuadas.

Observar las huellas de las crías de tortuga
Tras un periodo de incubación de aproximadamente 50 días, las crías de tortuga salen del cascarón y se dirigen hacia la luz más brillante que pueden ver, que debería ser donde está el mar. Al observar las incontables huellas que dejan tras de sí, es fácil decir si llegaron a su destino. Si las huellas se dirigen hacia otra dirección, es muy probable que las crías se hayan confundido por la iluminación artificial. Las medidas correctivas contra este problema incluyen eliminar o atenuar la luz que incide en la playa.

Observar las tasas de eclosión de las tortugas
Una vez que las crías de tortuga dejan su nido, se excavan los nidos y se examina el contenido. Todo material remanente se divide en cuatro clases: cáscaras de huevo vacías (huevos eclosionados correctamente), huevos no eclosionados y tortugas que murieron durante y después de la eclosión. La fecha de muerte de los huevos no eclosionados puede estimarse en función de la etapa de desarrollo. Al examinar las causas de muerte, si el agua inundó un nido es muy probable que los embriones se hayan asfixiado. Si las temperaturas superaron los 33 °C (91 °F) en el nido, entonces el calor fue la causa probable. Se ha observado una disminución en las tasas de eclosión en muchas áreas en los últimos años, posiblemente debido al calor. En Hiwasa Ohama se ha usado malla sombra para proteger los nidos del calor.